Amiga del viento, Recibes la luz de ambos cielos; Deja su manto el sol En tu dermis de cristal; Piel de matices, Textura sin tiempos; Reflejo de un rostro sosegado, En tu vértice perfecto.
Contemplas la noche del silencio, Extendida en tu presencia; Como la enmienda del viento A tus secretos.
Acariciada por el rocío resplandeces, Abriendo las cortinas que te cubren, Alumbrando la mirada Que te penetra.
Copa de cristal, Matizada en purpura, Dominio del elixir que contienes; Todos los colores se refugian en ti, Nada mi pensamiento en tu aroma, Y en tus bordes mi lengua se perfuma, Como una golondrina quieta Que de la noche absorbe.
Y en tu fragilidad, Mis dedos se fortifican, En un acervo de emociones contenidas, Y un preámbulo de embriagues silenciosa; Como un suicidio de penas, Dulce y escondido.
Recapitulo tus trazos, Y la musicalidad en el tacto; Con la armonía de tus notas, Hago un bouquet de olvidos, Tan suave…. Que el festín de las memorias Conserva solo tu vino; Ese de la amargura silvestre, Que raspa la ansiedad Y mielifica.
Y en la oda nocturna, De artesanos en el vidrio, Te poso sobre vitrina, Delante de las demás copas
Mujer perfecta, Puedes ser alcanzada por el aire que rebasa la tensión de los músculos; Y puede ser descifrada tu percepción de estrellas y de plumas, Y de odaliscas que ya no mueren en las sombras, Si se borran los histrionismos del rostro. Tu cuerpo es como el caer de los pétalos, Que en su recorrido y silencio se aquietan en su imagen, Para volverla más cierta, Y encierra sus finales y preludios, En ese triangulo de piel que dentro de sí misma deja de ser imagen, ¿Qué es ahí que hasta el azul en luz se refracta y la voz se rinde? Es el foco de tu desnudez, El umbral de tu silencio.
Busque la mirada profunda, En piel de porcelana, Pintada en tonos de inocencia, Y colores calmos.
En ella encontré, La magia de los cabellos, Impregnándolos de mi voz, Que recito su nombre;
Ese nombre de vez primera, Hallado en solitario, Como un susurro despierto, Por el conjuro de las bocas; En cuyos labios de miel, Se anida la colmena; Como un enjambre de besos ámbar, Custodiados entre latidos.
Y es dichosa la palabra, Pronunciada por su lengua; Cuanta dulzura recorrida, Antes de acariciar el viento;
Tersa la noche, Que perfumo su aliento; Recios los cuerpos, Que contuvieron el instante; Como un caudal de rio Sobre la nada, Que tras los impulsos, Deja escuchar el silencio, En un rincón de luz, Y diamantes de agua;
Atesorados por la mirada, Que, como pluma serena, Describe lo indecible.
Bajo el sol del amanecer, Te veo encumbrada, Mujer de susurros, En el ornamento De una flor de guirnaldas; Resguardada en mí pecho ciervo, Entre el halo de frescura; Dominio de mis latidos; Que como piedras de mar se pierden, En la ola matutina de tu vientre.
Y en el tacto del quebranto, El pregonar de tu ansia muere En el refugio de mis labios.
En estos labios que acarician Tu voz de espíritu, Reencontrándose en el aliento; Racimo de brillos, Apaciguando mi rostro, Recitante de lo secreto.
Y bajo el hilo del sol, La onda que camina, Despide en adioses La tristeza; Recorriendo tus muslos de arcoíris, En donde el resplandor De tesoros, enriquece La miseria de los suspiros;
Y en una breve aleación de suspensos, El eco del silencio de alarga, Como un silencio de velas, Donde la cera se cristaliza.
El brillo de tus ojos muerde La ansiedad de nuestra cama, El otoño la formo, Con hojas soberanas.
El brillo de la luna duerme La fuerza de la sombras, El murmullo bajo nosotros, Calla entre las rocas.
El brillo de mis ojos habla Apretando tus manos, Ecos de mi voz, Penetran tus labios.
El brillo de tus ojos nada, En mis vertientes de agua, Profundidades desvanecen, Instantes y pausas.
El brillo de los seres Contempla, Al fuego y viento unirse, Atraves de la magia, Disipando el eclipse.
El brillo de las hadas Aguarda, El gemido interminable, Estelas por doquier, Alumbran nuestro enlace.
El brillo de mi ser absorbe, El infinito de tu alma, Mi universo se contrae, Tus estrellas colapsan.
El brillo del uno mismo, Al fin mora en nuestras almas, El otoño fue testigo, Los arboles comparsa, Las ninfas nos sonríen, En éxtasis y espasmo, Y un fauno pasa y dice… El secreto del orgasmo.
Camino el camino, Piso mis huellas, Doblo la esquina, Y me sostengo; Freno, hago tres pausas, Y sigo.
Camino el camino, Piso mis huellas, Llego al crucero, Y me sostengo, Freno, hago tres pausas, Y me paralizo.
Se hace un vacio; A mi lado, uno, tres, ocho rostros, Atrás, delante, arriba, abajo, El vacio se estrecha, Como un cierre de pantalón hacia arriba, Justo en mis oídos.
Los rostros me ven, se vuelven solo ojos, Esperan que falle, tropiece, me arroje, me venza, Como ayer, como anteayer, Esperan que suceda, Como una película ya vista.
Sus imágenes surgen, Se borran las mías, Ahora son cien, doscientas, trescientas, Incluso la cena de no se quién.
Entonces comprendo, hago una ultima pausa, Y veo todo venir, Soy parte del vacío, Entro en el, juego con él, me adueño de él.
Lo tomo en mi mano, cual pequeño es, Como pluma, lo soplo, Vuela, se estampa, lo pisan, lo veo morir.
Se pierde el vacio, Me observan, Siguen esperando mi falla, Pero en siete pausas cambie, Estoy por encima de su vacio, De su envidia, de su ignorancia; Antes de decir, dijeron, antes de reír rieron, Antes de juzgar juzgaron, Los predigo, los contemplo, los canalizo. Soy libre, me conozco, humilde…. Soy invulnerable.
El agua me sabe a ceniza, Quizá los barcos nadan en ella, En madera quemada convertidos, Persiguiendo viejas sendas.
Hoy nuevamente vuelvo al todo, Veo de nuevo rostros y vidas, Aunque ya los vi antes, Parecen claramente, Lo que sus ojos me dictan, Antiguos decretos, De almirantes confundidos, Ciegos guiando sueños, En la dimension desconocida.
El agua me sabe a ceniza, Barcos cargados de amnesia, Arrojaron sus esperanzas, En cofres de piel de oveja, Y cargaron con olvido, Cofres de piel de hiena.
La cobija de agua, Cubre los peces dorados, Como en sueños nombro, De los salmos a los santos, Y del cielo como llanto, Desvanece el escombro.
El agua me sabe a ceniza, Quizá el fuego que la hierve, La quemo, O quiza solo se transforma, Y regresa al cielo, Que la formo.
Allá en lo alto, Como cometas, Vuelan y giran las alegrías, En altamar parecen tan ciertas, Como inciertas en tierra las caricias.
Sin embargo como espejo, Entre nubes veo mi barca, mi pequeña isla, Con las viejas veredas y sus charcas, Y niños correteando sin camisa, Al avisar mi querida tierra, Feliz brindo con mis marinos, Y el agua que antes me enfermaba De pronto me sabe…. A buen vino.
Amiga sabes algo? Anoche te soñé, Tomados de la mano, Bajo el puente aquel.
Mientras tanto llovía, Y en tus ojos vi el reflejo, De mi cuerpo, Que dormía.
Descubrí que soñaba, Quise seguir dormido, Y una barrera invisible, Permeo nuestro camino.
A lo lejos las farolas, Iluminaban la noche, Y tus tacones rosas, Desafiaron las penumbras, Resonando con reproche.
Amiga sabes algo? La magia de mis sueños, Aunque un tanto sombría, Calmo los espasmos de tus manos frías.
Llegamos a la casa, Donde nos conocimos, Y por largo rato, Bebimos café.
Recordamos, recordamos… Aquellos tiempos del colegio, Cuando con tu larga cabellera, Por vez primera te bese.
Amiga sabes algo? La noche era perfecta, La luna por increíble que parezca, Tenía labios de miel.
El brillo de tus ojos, Ilumino la pequeña casa, Y en el rincón encontré, Tirado un clavel.
De mi vista te perdiste, La puerta quedo abierta, Y sin la protección de mis ojos, Te deshiciste como el papel.
Rayos cayeron, Y solo un susurro, Escuche de ti.
Amiga sabes algo? Pedí al sol por la mañana, Que nada hubiese sido un sueño, Que la miel de la luna, Los claveles y la lluvia, Tuvieran nuestro cariño, Por dueño.
A la distancia como las farolas, Iluminar tus pasos, Disfrazar tus engaños, Escribir en tu memoria, Romanticismo de antaño.
Más, no supe de ti, El tiempo borro los años, Y hoy nuestro amor, Dueño es solo del silencio, Entonces…. Me callo.
Las azucenas rojas, Los blancos jazmines, El fesco rubor de los carmines, La tierra, el fuego, los idilios entre cabriolas, Y el rumor del viento se confunde…….. Con el cantar de las gaviotas.
La enramada abierta entre el sol y las hojas, Despiertan la conciencia imaginante de historias, Los ríos, lagunas, las ninfas, las hadas, Los gnomos azules de las cuevas doradas.
Azucena roja, niña mimada, Dulce ¡oh graciosa! De la vida enamorada.
Tus piernas danzoras, Curvilíneas y equilibradas, Saltan entre claveles y la brisa de la mañana, Tienes el perfume de las finas gladiolas, Esparcido por el viento, Al cantar de las gaviotas.
Te observo desde el vientre, De los árboles y raíces, Soy un ser invisible, Que contempla ferviente.
Sientes mi presencia, Me buscas sin desprecio, Soy un fauno enamorado, Que te adora en el silencio.
No me atrevo a aparecer, Temo espantarte, Mi belleza está muy dentro, De este corazón que arde.
Siento tu delirio, La excitación por tus dedos, Eres como una niña, Que desconoce los miedos.
Me hago visible, Es amor a primera vista, Nuestras miradas se entrelazan, Conociéndonos de por vida.
Sonríes serena, Olvidas mi apariencia, Solo sientes la belleza, De mi alma que te anhela.
Nuestras mentes se funden, Mi espíritu regresa, Y nuestros labios se unen, Ausentes de dolor.
¡Oh! diosa de mis rezos, Mujer de ansias rotas, Comparo tus besos, Con el cantar de las gaviotas.
Recostado boca abajo, Frente el espejo, Contemplo mi rostro, Y me pierdo en los recuerdos.
Inclino mi cabeza, El aire me sostiene, Suspiro profundamente, Y el espejo mi rostro, Lo disuelve.
Se dibuja tu alcoba, Y entre las cortinas, Penetra el sol hasta tus pies, La luz se desliza, Y cautiva en tus rodillas, Duda seguir por tu piel.
Un ave azul por la ventana entra, Uvas come del buro, Te observa, trina, come, vuela, Dejando del amanecer su vigor.
Suspiro profundo, Entro en el espejo, Y la tímida luz, En tus muslos se quedo.
Me siento, contemplo, roso las sabanas, Del florero tomo un tulipán, Lo coloco en tu oído, Y tú larga cabellera, Libera el perfume, Del natural talismán.
Suspiro, expiro, me hago parte de la luz, Subo por tus muslos, Acaricio la vida, Y al llegar a tu vientre penetro en tu interior.
Veo una cañada, Con cascadas cristalinas, Y tulipanes arropando el corazón, Al final un puente dorado, Tu cuello, Lo cruzo, lo venero, Y justo pienso en ese instante…. Te quiero.
Suspiras, expiras, Atraves de tu boca emano, Flotando encima de ti, Entre el polvo me quedo, Y, ya sin espejismos, Te siento parte de mí.
Hace no mucho que soñé esto, Sin embargo lo sentí tan cierto, Y hoy que realmente a mi lado dormida te veo…… No lo creo.
(da click en el video para escuchar la musica y leer)
Poema escrito por: miguel angel luna mireles
ES MUY FACIL CERRAR LOS OJOS, NO VER EL FUEGO ARDIENDO EN LAS CALLES, TURBAS DE GENTE ARREMOLINADAS, HULLENDO DE AUTOS HUMEANTES.
SOMBRAS RECOGIENDO DESPERDICIOS, ANCIANOS DE PECHOS JADEANTES, PERROS MORDIENDO A SUS DUEÑOS, PERSIGUIENDO A LOS INFANTES.
ES MUY FACIL CERRAR LOS OJOS, NO VER LAS PIERNAS ENTRE ESCOMBROS ATRAPADAS, PECHOS DE MUJERES DESNUDOS, FRENTES DE NIÑOS FLAGELADAS.
ES MUY FACIL CERRAR LOS OJOS, Y FIJAR LOS PENSAMIENTOS EN LAS CANAS, ¡SOY MUY VIEJO QUE SE ACABE EL MUNDO¡ SOY PARTE DEL SISTEMA Y DE LA NADA.
MOTOCICLETAS ANDANDO SOLITARIAS, PALMERAS QUIETAS ASECHADAS, POR EL SUMBIDO VIBRATORIO, DE LA TIERRA, DE LOS MUERTOS, DE LAS CARAS.
ES MUY FACIL CERRAR LOS OJOS, IGNORAR LAS CASAS DE LA HISTERIA, ESPEJOS ROTOS ENSANGRENTADOS, COPULANDO CON LA TRAGEDIA.
MUJERES EN CAJUELAS DE AUTOS, PARIENDO LA GRACIA DE LA VIDA, LA MUERTE MISMA LAS ACOMPAÑA, ENTRE CARICIAS Y LLANTOS SUICIDAS.
DESTROSADOS UNOS SOBRE OTROS, ESPIRITUS SIN SABER QUE PARTIERON, BUSCAN AYUDARSE A SI MISMOS, CLAMANDO AL CIELO SU DESTIERRO.
ROSTROS CON OJOS DESORBITADOS, OBSCURAS PIELES ENBLANQUECIDAS, POR EL POLVO, LA BRUMA, Y EL DESCARO, DE LA SAÑA, RUINA E HIPOCRESIA.
ES MUY FACIL CERRAR LOS OJOS, ESCUCHAR SOLO TRISTES MELODIAS, IGNORAR EL RUGIDO DE LA TIERRA, QUE HARTA DEL ABSURDO, TRAGA, MUERDE Y ANIQUILA.
FRENARON AUTOS SIN CHOCAR DE FRENTE, MIENTRAS LOS RAYOS DEL SOL PENETRABAN, LAS GRIETAS HONDAS DE LAS FRENTES, CENIZAS EN CRUZ DILATADAS.
LA SEÑAL DEL CIELO ENTRE NUBES, ARROJO LAS HUESTES DEL INFIERNO, BESTIAS DEVORANDO CADAVERES, ARRASTRANDOLOS AL CEMENTERIO.
¡SI! ES TAN FACIL CERRAR LOS OJOS, IMAGINAR QUE LOS NIÑOS DORMIDOS, EN ANGELES SE CONVIRTIERON, VOLANDO COMO AGUILAS DEL NIDO.
¡GEMIDOS, CRUJIDOS, SUMBIDOS! EL LENGUAJE DE LA LOCURA, HOMBRES VOLTEANDO AL CIELO, PENETRANDO EL MIEDO SUS NUCAS.
LA CAJA DE PANDORA SE HA ABIERTO, LOS PRISIONEROS HAMBRIENTOS SE FUGARON, DE LA CARCEL MEDIADORA DE LOS TIEMPOS, A LA TRISTE DIMENSION DE LOS HAITIANOS.
POCO TENIAN ES CIERTO! POCO PEDIAN ES CIERTO! FUE TAN INSIERTO, EL DESIERTO, EN QUE VIVIERON, QUE POR CIERTO, SIN ASIERTOS, SE MURIERON.
MAS, VEREMOS HOY LA LUZ DE NUEVO, DEL PUERTO PRINCIPE AMERICANO, MEXICANOS, HAITIANOS, LATINOAMERICANOS! ¡ES MAS FACIL ABRIR LOS OJOS! ¡SINTAMOS FIRMES NUESTRAS MANOS! ¡FIRMEMOS DE DIOS EL GRAN CONVENIO! ¡SED TODOS COMO HERMANOS!
La lluvia cae sobre el árbol de mi casa, La brisa entra atraves de mis ventanas, Gotas de agua mojan mis labios, Acallando la sed de mis sueños solitarios.
Relámpagos agrietan mi caja de cristal, Fragmentando mis reflejos en visiones de ansiedad, Dormido, despierto, alegre, sin aliento, se ciñe mi frente, Asombrada por el viento, que mueve mis cabellos, A la par del reloj sin tiempo.
Las velas de mi alcoba como marea enardecida, Danzan al compas de las musas que conspiran, Entre llantos y risas dilatar mis pupilas, Siluetas de ternura caminando entre sombras, Se llevan la locura entre colores y partituras.
Llanto frio, llanto frio, congelando mis ojos en un pasado sombrío, De mi rostro las líneas sirven de camino hacia los ríos de tristeza Que surcan mis latidos, sonoro escucho mi corazón palpitante, Fraguado en el temor de deseos calcinantes.
Sentado en mi mesa busco el arte escondido, Escribiendo al compas de relámpagos caídos, Mis dedos de artista creando poesía olvidada, Capturada en los espejos detrás de mi mirada.
Recuerdo mis amores trocados por el desvelo, Representados en mi pared por un violín negro, Truncador de memorias y notas de oropel, Atrapadas en mi mente violinista de papel.
Una copa de vino cae sobre mi mesa, Bañando las hojas de mi heredada sutileza, Tintas corridas de letras y formas, Desaparecen convertidas en manchas sobre la alfombra.
En la esquina de mi alcoba una escultura me aguarda, Esperando esculpir las alas de mi angel de la guarda, Mirada de niño, sonrisa de mujer, cuerpo de hombre y espíritu de amanecer, Contemplo fiel su imagen y escribo en papel me he convertido en un viejo, Aun sin envejecer,
En un árbol enraizado de tibio frenesí, Dejando caer recuerdos como hojas en el jardín, En mis ramas hay recuerdos mostrando un querubín, Con inocentes fantasías de colores y de marfil.
Camino por el dormitorio con las luces apagadas, Mi corazón no resiste las terribles carcajadas, De los rostros cautivos día y noche en mi morada.
Débil y sin fuerzas tomo mi último aliento, Me dirijo al escritorio a paso lento, Tomo del cajón la obscura arma, Que frenara mi lucha ausente de calma, La lleno con cartuchos de fuga y desamor, Mis sienes están listas para olvidar el rencor.
De pronto…………. La lluvia ha cesado, El sol en el poniente esplendoroso, Brilla sobre mi mano clandestina, Que al borde esta del abismo sinuoso.
¡Detente, espejismo, detente! De la inconsciencia esto solo es un complejo, La apariencia que aquí vez es el reflejo Del letargo y la locura de los hombres necios.
Hombre ¡no! Que el dolor no te rebase ¡no! Pues sentirás entonces que este te matara, Y te destruyes, te aniquilas, te pierdes en el dolor, Y un día te darás cuenta que el dolor no mata de un solo golpe, Entonces con el corazón marchito, Tú con tus propias manos…… Te matas.
Antes de entrar a su automóvil y partir de vuelta a casa hecho un último vistazo a la barranca Que entre las penumbras se perdía; la luna en el oriente se avisaba y el sol en el poniente Se perdió, unos llegan y otros se van, lo mismo sucerá conmigo en la empresa (haciendo alusión Con lo que en el cielo sucedía) no soy insustituible, aunque el sol si lo es……..quizá no fue una buena analogía…en fin. (Se dijo un poco contrariado dibujando una ligera sonrisa al tiempo que abría la puerta de su automóvil) busco en la radio música que se adaptara a las emociones que sentía y con música de PINK FLOYD manejo de vuelta a la gran ciudad.
Al llegar a la urbe el tráfico era impenetrable, al parecer un kilometro adelante se había suscitado un accidente fatal, provocando el cierre de los carriles laterales creando un cuello de botella ,el estrés se palpaba en el ambiente y las miradas de los conductores, que no dejaban de presionar el claxon agitando las manos fuera de las ventanillas, ¡que se me termina la gasolina inconscientes! gritaba enfurecido un hombre con camioneta roja de reciente modelo, Que no hay autoridad que nos ampare? (dijo una señora de cierta edad, mientras hablaba por celular) ¡es el colmo lunes sin sexo! (dijo un joven conductor apretando los labios) será posible tal escenario? La principal arteria de la ciudad bloqueada? ya rebasamos los congestionamientos ahora sufrimos de colesterol vial. (Dijo angel con sarcasmo mientras densamente se movía el tráfico al son de las mentadas y la monotonía. Al llegar al sitio del accidente se sorprendió al ver el vehículo siniestrado, un Lincoln negro igual al suyo) pobre infeliz, ¿Quién será? (las luces centelleantes de las sirenas de transito y ambulancias, le impidieron ver el rostro de la persona muerta) que triste fallecer así (pensó). En el trayecto se entero por los comentarios de los conductores que la persona venia alcoholizada y a exceso de velocidad.
La fugaz felicidad que sentía por el encuentro con la naturaleza, se perdió debajo del vaporoso asfalto y una sensación de incertidumbre y desasosiego se apodero de él profundamente impactado por el trágico evento, en silencio y sin música se siguió cauteloso hasta su apartamento evitando las avenidas de alta velocidad.
No cree usted que deberíamos buscar otro sitio para construir? Angel que sabes tú de construccion? de diseño? (dijo el arquitecto Con tono soberbio) tú ocúpate de promovernos de entusiasmar a la gente, De lo demás nos encargamos nosotros, Pero...(Tratando de opinar ansiosamente) Pero nada! el diseño está hecho y las tierras compradas! Así que lo que digas esta demás! O crees que por unos cuantos indios y arbolitos Dejaremos de hacer el negocio de nuestras vidas?, por favor! (Mostrando una sarcástica sonrisa y una ambiciosa mirada Al tiempo que de reojo veía las piernas de su secretaria) Después de eso la reunión se extendió alrededor de hora y media Y al término ofrecieron una comida en el restaurante del hotel, Parecía que todos gozaban de una muy tranquila conciencia, Pues ninguno reparo en ordenar platillo tras platillo. Quizá en otra época angel hubiese estado completamente de acuerdo Con los puntos de vista del arquitecto, sin embargo ahora sentía que Lo que hacían estaba mal despojar a la gente de sus tierras para Que unos pocos se llenaran los bolsillos, no es justo penso, No puedo ser más cómplice de esto, ¡ya no! Se levanto de la mesa sin probar bocado y al salir de sus pensamientos Percibió en el sonido ambiental la canción que tocaron al graduarse de Secundaria, sueña.... Sus ojos se llenaron de lágrimas mas no derramo ni una sola y con paso firme Salió del restaurante sin despedirse de nadie abrió la puerta y sintió Como el viento inundaba cada uno de sus poros como si todo este tiempo Hubiese estado respirando bajo las sabanas, Tal parecía que apartir de ese instante la sangre empezó a correr Por sus venas y por primera vez en su vida escucho como sonido de tambores El latido de su corazón que parecía decirle ¡estas vivo, estás vivo!
Gracias a la vida, Que me ha dado tanto, Me dio dos luceros, Que cuando los abro, Perfecto distingo Lo negro del blanco, Y en el alto cielo, Su fondo estrellado. Y en las multitudes, La mujer que amo.
Gracias a la vida, Que me ha dado tanto, Me ha dado el sonido, Y el abecedario, Con el las palabras, Que pienso y declaro, Madre, amigo, hermano, Y luz alumbrando, La ruta del alma, De la que amo tanto.
Gracias a la vida, Que me ha dado tanto, Me ha dado la marcha, De mis pies cansados, Con ellos anduve, Ciudades y campos, Playas y desiertos, Montañas y llanos, Y la casa tuya, Tu calle y tu patio.
Gracias a la vida, Que me ha dado tanto, Me dio el corazón, Que agita su marco, Cuando miro el fruto, Del cerebro humano, Cuando veo al bueno, Tan lejos del malo, Cuando miro el fondo, De tus ojos claros.
Gracias a la vida, Que me ha dado tanto, Me ha dado la risa, Y me ha dado el llanto, Así yo distingo, Dicha de quebranto, Los dos materiales, Que forman mi canto, Y el canto de ustedes, Que es el mismo canto.
Gracias a la vida, Gracias a la vida. Gracias a la vida, Gracias a la vida
Si aquellos que os guían os dijeren: Ved, el Reino está en el cielo, entonces las aves del cielo os tomarán la delantera. Y si os dicen: Está en la mar, entonces los peces os tomarán la delantera. Mas el Reino está dentro de vosotros y fuera de vosotros. Cuando lleguéis a conoceros a vosotros mismos, entonces seréis conocidos y caeréis en la cuenta de que sois hijos del Padre Viviente. Pero si no os conocéis a vosotros mismos, estáis sumidos en la pobreza y sois la pobreza misma.
jesus cristo.
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